Los habitantes de Tana Toraja mantienen el núcleo familiar fuertemente unido y son muy respetuosos con sus tradiciones hasta el punto de que cuando algún miembro del clan fallece, se considera que realmente su alma sigue con ellos hasta que no llegan a consumar los debidos ritos funerarios. Por lo tanto, no es raro que incluso conserven el cuerpo a veces durante años hasta que logran reunir el dinero suficiente para costear los gastos que conlleva el funeral que se merece el finado.
Un funeral en Tana Toraja es algo muy diferente a lo que nosotros tenemos en mente. Aquí más que de una triste despedida, se trata de una celebración en la que el paso correcto del alma del muerto a la otra vida depende en gran parte del número de búfalos de agua sagrados que sus parientes puedan permitirse sacrificar en su honor. Igual para nosotros esto puede ser muy chocante pero no mucho más de lo que le resultó a nuestra amiga torajense Melly Sapa escucharnos contar que antiguamente en España existían las llamadas plañideras, mujeres que eran contratadas para acudir a llorar al difunto en cuestión a cambio de algo de dinero. Así pues, un funeral se desarrolla en un ambiente festivo y amistoso en el que el viajero siempre se sentirá bien bienvenido.